Piedra de tranca por Marciano Pena ajena

LO CIERTO ES QUE DA PENA ajena la actitud asumida por los dirigentes de la oposición y de algunos medios de comunicación con motivo de la feroz ofensiva internacional contra Venezuela. En el fondo no es una ofensiva contra Chávez, contra el Gobierno revolucionario, contra el proceso bolivariano; de lo que se trata es de un ataque contra el país, contra el Estado venezolano, contra sus instituciones, contra su pueblo. Con un claro objetivo: Desmantelar todo cuanto es Venezuela. Convertirla en algo así como un protectorado. Como Panamá después de la invasión, con gobernantes títeres. O como ocurrió con República Dominicana después de la ocupación militar estadounidense. O como hicieron los nazis con Francia, colocando en una parte del territorio un gobierno títere presidido por Pétain. En la mira está, aparentemente, Chávez, pero el objetivo es acabar con cualquier tipo de resistencia y apoderarse de los grandes recursos naturales que posee: La primera reserva petrolera del mundo, el hierro, el aluminio, metales preciosos, oro, los acuíferos, y controlar la posición estratégica que tiene en la región. 000000000000000 ÉSE ES EL VERDADERO PROPÓSITO de la ofensiva, dirigida desde Washington y orquestada por miembros de la Unión Europea y naciones de la región como Colombia. Lo que está planteado respecto a Venezuela es una colosal maniobra geopolítica no sólo para acabar con la piedra en el zapato que representa la política soberana que dirige Chávez, sino para convertir el país en colonia proveedora de materia prima, y desde su territorio, militarmente controlado, aprovechando su valor estratégico, controlar la zona. Por eso los desplazamientos de la Cuarta Flota; por eso la ocupación, en la práctica, de Costa Rica por un dispositivo militar desproporcionado; por eso las siete bases militares en Colombia y la calumniosa campaña mediática. 000000000000000 POR ESO ES QUE PROVOCA PENA ajena que venezolanos de oposición se sumen a la aventura contra el país. A la acción que se realiza de manera orquestada. Ejecutada todos los días para alcanzar el objetivo máximo, que no es otro que el derrocamiento o el asesinato de Chávez y, por ende, la caotización del país. Da pena ajena ver cómo dirigentes políticos, dueños de medios e intelectuales, corean los ataques contra Venezuela. Cómo el odio a Chávez los obnubila y los conduce a avalar infamias. En el reciente planteamiento hecho por el vocero de Uribe en la OEA, plagado de mentiras, de agresiones desconsideradas no sólo contra Chávez sino contra Venezuela, esos sectores se han colocado abiertamente -y traicioneramente- al lado de Uribe, de su vocero, de la oligarquía que los mueve. 000000000000000 ENTRE TODOS LOS POLÍTICOS, gobernadores, alcaldes, intelectuales del sector oposicionista, sólo hubo una voz que se alzó con decoro para defender el gentilicio, y conviene reconocerlo: El gobernador de Nueva Esparta, Morel Rodríguez, quien dijo: “Apoyo la decisión de ruptura de relaciones con Colombia adoptada por el presidente Chávez porque soy venezolano, soy patriota y tengo que defender los intereses de mi país”. Eso no significa que el gobernador Rodríguez deje de ser un hombre de oposición; lo es, pero con sentido de dignidad. Con la dignidad que le hace falta al resto de la oposición.-

"Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad... Haga circular esta información".
Rodolfo Walsh